Los grupos morfosintácticos en el Cantar de Mio Cid:
Gesta y Razón

por Miguel Garci-Gomez


Hay en el estilo fenómenos --los de carácter cultista-- que son adquiridos y perfeccionados por un trabajo de formación escolar y literaria, cuya imitación suele recomendarse encarecidamente a los estudiantes de estilística; una vez que estos elementos de estilo responden a técnicas adquiridas, su presencia o ausencia en obras literarias nos servirán, principalmente, para analizar la técnica del discurso, de la composición, del arte. Los elementos del estilo de escuela sólo de una manera secundaria nos servirían para esbozar la personalidad, la individualidad del autor o los autores.

Hay en el estilo otros fenómenos, los emocionales, que son idiosincráticos, muy personales, y como tales son ellos los que nos ofrecen un valioso argumento al momento de determinar la individualidad de los escritores. Mientras que el empleo de uno u otro término, uno u otro número de sílabas en el verso, una u otra rima, podría atribuirse a un ejercicio retórico o elección consciente de estilo, creo que se escapa a ese control, mayormente en nuestros primeros escritores medievales para quienes tan ardua debía ser la tarea del simple escribir, el uso exclusivo y abundante de ciertas personas y tiempos verbales, de frases adverbiales, de números bien arbitrarios o simbólicos, de exclamaciones y de otras elocuciones parasintácticas.

El dato lingüístico de mayor interés y valor en favor de la dualidad de cantares y, en consecuencia, de la doble autoría, es el dato de las formas personales en el uso del verbo. El empleo de una u otra forma personal, en un período en que varias de ellas convivían con semejante aceptación en la comunidad de hablantes --convivían incluso en un mismo escritor--, es sin duda un elemento sumamente idiosincrático, eminentemente peculiar de cada individuo. Difícilmente podríamos atribuir el empleo de cierta forma personal del verbo a razones ideológicas o temáticas, y a cómo alternan éstas a lo largo de una obra determinada. Las formas personales responden a hábitos lingüísticos de cada individuo, que se escapan fácilmente al control consciente del hablante. Es curioso, por ejemplo, incluso en nuestros días, cómo entre los miembros de una misma familia hay quienes llaman a los abuelos de tú, mientras otros los tratan de usted, sintiéndose cada uno tan aferrado a sus hábitos, que ninguno suele intercambiar las formas.

Hasta ahora, que yo sepa, no ha habido crítico que haya destacado la divergencia entre la Gesta y la Razón en el empleo de la segunda persona del singular.1 En la Razón los usos exclusivos de estas segundas personas, del tuteo, constituyen el argumento lingüístico más interesante y más sólido en favor de su unicidad. Su empleo abundante y exclusivo es una prueba fehaciente de su unicidad, de la individualidad de su autor.

Segunda persona del singular. Esta segunda persona del singular viene expresada a lo largo del Cantar de Mio Cid en sus formas pronominales, adjetivales y verbales. He hallado un total de 136 ejemplos,2 de los cuales 49 (ó 36%) pertenecen al primer libro, y 87 (ó 64%), al segundo. En el empleo global, pues, la diferencia es en sí considerable, un 25% negativo para la Gesta frente un 25% positivo para la Razón.

               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
2a persona     GESTA      49    36%     61%     -25%
singular       RAZON      87    64%     39%      25%
             ------------------------------------------        
Si la diferencia entre la Gesta y la Razón, como vemos, es considerable con respecto a la cantidad, con relación a la calidad la divergencia llega al extremo. La segunda persona del singular se encuentra en tres tipos de lenguaje: el religioso, el de los moros y el familiar.

Lenguaje religioso. En el lenguaje religioso, el de las oraciones, el empleo de la segunda persona singular es casi exclusivo de la Gesta, pues solamente en ésta --recuérdese la menor presencia de lo religioso en la Razón-- se encuentra una larga oración, la de de Doña Jimena, vv. 330- 365.

               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
 en las      GESTA     43    96%     61%      35%
oraciones      RAZON      2     4%     39%     -35%
             ------------------------------------------        
Se le trata de a Dios Padre (a El van dirigidas las dos invocaciones de la Razón), a Jesucristo y a la Virgen María. A los casos de la oración, debe añadirse el v. 1102: ... grado a ti, Padre espiritual, así como estas palabras del ángel al Cid:

mientra que visquiéredes bien se fará lo to 409.3

Los dos únicos casos de la Razón se ponen en boca de Diego González, quien exclama, en los duelos del final, ante la amenaza de Martín Antolínez:

Váleme, Dios glorioso, Señor, y cúriame d'este espada 3665.

El habla de los moros. Al rey cristiano siempre se le trata de vos. Sobre los moros, nos informa Menéndez Pidal que éstos en la épica castellana, bien entre sí o con los cristianos, "nunca usaban sino el ," hasta el punto de que en Los Siete Infantes de Lara Almanzor "habla de a don Gonzalo Gustioz y éste contesta de vos," añadiendo acto seguido: "[en el Cantar] no obstante, Abengalbón y los crisitanos se tratan de vos 1482, 1521, 1530" (Cantar I, 324). Quiere esto decir que el tratamiento de vos se encontraba tan arraigado en la sensibilidad del autor de la Gesta, que llega éste a romper en ocasiones con el patrón lingüístico que se respetaba en la épica tradicional.

En el Cantar, pues, los moros suelen usar entre sí el de cortesía tanto en la Gesta --excepto en los casos señalados-- como en la Razón:4

               Libro    Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
 entre       GESTA      6    67%     61%       6%
los moros      RAZON      3    33%     39%      -6%
             ------------------------------------------        
Lo emplean los súbditos hacia sus señores:

Si no das consejo a Teca y a Teruel perderás,
perderás Calatayud que no puede escapar (632-33).
Alcayaz, cúriate d'éstos, ca eres mio señor.
Tu muerte oí consejar a los Infantes de Carrión (2669-70).

Emplean también el los moros al dirigirse al Cid:

Vaste, mio Çid, nuestras oraçiones váyante delante.
Nos pagados fincados, señor, de la tu parte (853-544).

Lenguaje familiar. Los defensores de la unidad del Cantar podrían objetar que la razón de estas discrepancias no es tanto cuestión de lenguaje o estilo, como de motivos o situaciones: en la Razón no se nos ofrece una oración prolija como en la Gesta. Ahora bien, ¿qué dicen los datos en lo que es abundante y común a ambas partes, el diálogo entre los diversos personajes?

Las discrepancias en este punto son extremadas. Nos encontramos aquí con que el empleo del tuteo es nulo en la Gesta, siendo en la Razón abundantísimo y de múltiples matices, que se reflejan en las formas verbales de modos y tiempos diferentes, en los pronombres personales de formas tónicas y átonas, y en los adjetivos posesivos.5 He aquí la proporción en estas formas de familiaridad en su conjunto:

               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
 familiar    GESTA      0     0%     61%     -61%
               RAZON     82   100%     39%      61%
             ------------------------------------------        
Podremos observar que los efectos emocionales con que va enriquecida esta segunda persona son muy polifacéticos. Se tratan de el Cid y el rey moro Búcar, cuando ambos galopan, el primero en persecución del segundo, en un lenguaje repleto de cómica y punzante ironía:

[CID]

¡Acá torna, Búcar! Veniste de allende mar
Ver te has con el Çid, el de la barba grande,
saludar nos hemos amos y tajaremos amistad. [CRONISTA]
Respuso Búcar al Çid: [BUCAR]
¡Confonda Dios tal amistad!
El espada tienes desnuda en la mano y véote aguijar,
así como semeja, en mí la quieres ensayar ...
no te juntarás comigo fasta dentro en la mar (2409-2416).

Emplea el el Cid con cierta frecuencia (y el rey, 2954-55), al dirigirse a sus vasallos, en un tono de familiaridad en el que se acentúa el parentesco y se encarece el cumplimiento de una misión. El Cid trata de a Félez Muñoz, de manera muy enfática:

Do eres, mio sobrino? ¡Tú, Félez Muñoz!
Primo eres de mis fijas amas de alma y de corazón
Mándote que vayas con ellas fasta dentro en Carrión,
verás las heredades que a mis fijas dadas son,
Con aquestas nuevas vernás al Campeador (2618-22).
Oyas, sobrino, tú, Félez Muñoz (2634).

El Cid trata de a Muño Gustioz:

Do eres, Muño Gustioz, mio vasallo de pro?
En buen hora te crié a ti en la mi corte.
Lieves el mandado a Castiella al Rey Alfonso,
por mí bésale la mano de alma y de coraçón (2901-04).

A Muño Gustioz también le trata de el rey:6

Verdad te digo yo, que me pesa de coraçón,
y verdad dices en esto tú, Muño Gustioz (2954-55).

El Cid en la Gesta había tratado a Pero Vermúdez de vos (vv. 689, 1919), como también el rey (v. 1897); en la Razón le llama de vos (vv. 3190, 3524), pero con frecuencia de :7

Cúriesme a Diego y cúriesme a don Fernando (2352).
Fabla, Pero Mudo, varón que tanto callas,
Yo las he fijas y tú primas cormanas:
A mí lo dizen, a ti dan las orejadas.
Si yo respondiere, tú no entrarás en armas (3302-05).

El tuteo, aunque abundante en la Razón, no responde a un empleo al azar; sus usos están controlados y parecen ir encaminados a producir unos efectos especiales. Los Infantes de Carrión, por ejemplo, no emplean en ninguna situación las formas de tuteo; ellos, en cambio, son tratados de por los vasallos del Cid. Solamente como personajes de la Razón se les puede aplicar lo que dice Menéndez Pidal: "parece que a los infantes de Carrión todos les llaman de ..., sin que esto dependa del tono despreciativo. "8 No siempre es despreciativo, pero en contraste con el afectuoso y cariñoso del trato entre el Cid y sus hombres, podrá observar el lector que en el del trato a los Infantes de Carrión hay una gran dosis de increpación, burla, menosprecio, cuando no desenfadado insulto:

Mientes, Fernando, de cuanto dicho has (3313).
las tus mañas yo te las sabré contar.
Miémbrate cuando lidiamos çerca Valencia la grande:
Pediste las feridas primeras al Campeador leal,
viste un moro, fústele ensayar; antes fuxiste que [a él te allegases.
Si yo no uyase el moro te jugara mal;
pasé por ti, con el moro me hobe de ajuntar (3315-20).
dite el caballo, tóvetelo en poridad (3322).
Delante mio Çid y delante todos hobístete de alabar,
que mataras el moro y que fizieras barnax;
croviérontelo todos, mas no saben la verdad.
Y eres fermoso, mas mal barragán,
lengua sin manos, ¡cómo osas fablar! (3324-28).
Di, Fernando, otorga esta razón:
¿no te viene en miente en Valencia lo del león? (3329-30).
E tú, Fernando, ¿qué fiziste con el pavor?
Metístete tras el escaño de mio Çid el Campeador
Metístete, Fernando, por do menos vales hoy (3332-34).
Riébtote el cuerpo por malo y por traidor;
esto te lidiaré aquí ante el Rey don Alfonso (3343-44).
Tú lo otorgarás a guisa de traidor (3350).

Martín Antolínez se encara a Diego de manera semejante:

Calla, alevoso, boca sin verdad,
lo del león no se te debe olvidar;
saliste por la puerta, metístete al corral,
fústete meter tras la viga lagar,
mas no vest[iste] el manto ni el brial (3363-66).
Al partir de la lid por tu boca lo dirás
que eres traidor y mentiste de quanto dicho has (3370-71).

Ansur González, hermano de los Infantes, es objeto del sarcasmo mayor por parte de Muño:

Calla, alevoso, malo y traidor,
antes almuerzas que vayas a oraçión,
a los que das paz, fártaslos aderredor.
No dices verdad a amigo ni a señor (3383-86).
en tu amistad no quiero haber raçión.
Facerte he lo deçir que tal eres qual digo yo (3388-89).

Menéndez Pidal, en sus primeros escritos, había concedido --como siguen manteniendo muchos críticos en la actualidad--, que había diferencias grandes entre el cantar de la "Afrenta" y los anteriores, pero que no lo eran tanto como para "argüir un autor o época distinta," y las achacaba "a la evolución del autor en la elaboración de su propia obra".9 Las divergencias en el uso de la segunda persona singular son de tal magnitud en su cantidad y en su calidad que difícilmente podrán ser atribuibles a una evolución del estilo personal.

Merçed: trato de cortesía. Para reforzar el argumento de la sensibilidad lingüística personal del autor de la Gesta, la que le inclinaba a preferir el vos de cortesía y rechazar el de familiaridad, ha de añadirse que es exclusivo de este autor la fórmula salutatoria con merçed precedido de posesivo. Estas frases, como observa Menéndez Pidal, "preparan ya el uso de la tercera persona de cortesía en vez de la segunda, uso que se había

de poner de moda en el siglo XVI" (Cantar I, 325). Nótese que estas peculiaridades lingüísticas, como las dos que se examinan a continuación, se encuentran en el "Destierro" y de las "Bodas", lo que debilita grandemente cualquier intento de división de Mio Cid entre los versos 1820 y 1821, que proponían Hills y otros.

               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
merçed10       GESTA      4   100%     61%      39%
               RAZON      0     0%     39%     -39%
             ------------------------------------------        
Por mi mugier y mis fijas, si fuere su merçed (1276).
El Rey por su merçed sueltas me vos ha (1400).
Somos en vuestra merçed y vivades muchos años (1760).
Entre yo y ellas en vuestra merçed somos nos (2087).

Demostrativos. Menéndez Pidal pone de relieve ciertas peculiaridades de la lengua del Cantar, como aquellos sintagmas en los que "un demostrativo expletivo separa el sustantivo de sus complementos," y que en algunos casos "parece que se intercala para insistir en la cualidad o atribución que se señala al sustantivo" (Cantar I, 330).

               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
demostrativo   GESTA      5   100%     61%      39%
expletivo      RAZON      0     0%     39%     -39%
             ------------------------------------------        
dos ladrones contigo, éstos de señas partes (349).
y de sus compañas, aquéllas que habían dexadas (929).
Fizo una corrida, ésta fue tan estraña (1588).
Tráyovos veinte palafrés, éstos bien adobados (2144).
y teinta caballos corredores, éstos bien ensellados (2145).

En algunos usos del demostrativo parece detectar Menéndez Pidal rasgos de arcaísmos: "Los demostrativos pueden ofrecer tan atenuada su significación propia, que vengan a quedar como simples artículos, restos, sin duda, de la época anterior al triunfo completo de ille para el artículo" (Cantar I, 329).

               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
demostrativo   GESTA      7   100%     61%      39%
artículo       RAZON      0     0%     39%     -39%
             ------------------------------------------        
y esos ganados quantos enderredor andan (466).
Gran alegría va entre esos cristianos (797).
refechos son todos esos cristianos con aquesta (800).
Gran alegría es entre todos esos cristianos (1236).
Ese día es salido y la noche entrada es (1699).
no se detardan de adobarse esas gentes cristianas (1700).
Ese día es pasado y entrada es la noche (2061).

Sobre el verbo. Todos lo que defienden una composición dual en el Cantar suelen coincidir en que la Razón es más tardía. Estoy de acuerdo. En apoyo de este argumento puede servir el abundante empleo del tu familiar, el abandono en la Razón del referido arcaísmo del demostrativo por el artículo, el rechazo absoluto de exir y sus derivados (exida, exido), frecuentísimos en la Gesta, y la preponderancia en la Razón de naçió frente a nasco:

               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
exir11         GESTA     32   100%     61%      39%
               RAZON      0     0%     39%     -39%
             ------------------------------------------        
nasco12        GESTA     32    78%     61%      17%
               RAZON      9    22%     39%     -17%
             ------------------------------------------        
naçió13        GESTA      3    18%     61%     -43%
               RAZON     14    82%     39%      43%
             ------------------------------------------        
Subjuntivo en -ara, -era. A estos datos que tienden a indicar que la Razón representa una etapa más progresiva --más tardía-- en su lenguaje y estilo, debe añadirse otro de una gran relevancia: la forma verbal -ra con valor de subjuntivo. También Hills, entre los argumentos en favor de la composición dual, señaló debidamente el dato lingüístico de que es en la segunda parte del Cantar donde encontramos el uso del pluscuamperfecto de indicativo con valor de subjuntivo; yo he de puntualizar que estos casos no aparecen antes de haber comenzado la Razón.
               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
-ra14          GESTA      0     0%     61%     -61%
               RAZON      6   100%     39%      61%
             ------------------------------------------        
sabed bien que si ellos le viesen, no escapara de muerte (2774).
¡Oh quien gelas diera por parejas o por veladas! (3277).
Si yo no uyase, el moro te jugara mal (3319).
que mataras el moro y que fizieras barnax (3325).
esta lid en Toledo la fiziérades, mas no quisiestes (3597).

El sintagma que es. Es empleado exclusivamente por el autor de la Gesta como oración descriptiva, principalmente con topónimos.

               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
que es etc.    GESTA     12   100%     61%      39%
               RAZON      0     0%     39%     -39%
             ------------------------------------------        
do dizen Casteón, el que es sobre Fenares (43)5
A Dios lo prometo, a aquél que está en alto (497)
pasó a Bovierca & a Teca que es adelante (552).
Así ferá lo de Siloca, que es del otra parte (635).
E los de Calatayud, que es más hondrada (843).
hy fincó en un poyo que es sobre Mont Real (863).
desí a Molina, que es del otra parte (867).
la terçera Teruel, que estaba delante (868).
prisieron Çebolla y cuanto que es hy adelante (1150).
priso a Almenar y a Murviedro que es mejor (1328).
E Peña Cadiella, que es una peña fuerte (1330).
sobre el Tajo, que es una agua caudal (1954).

El sintagma que sea. Nótese que la diferencia es mayor de lo que las cifras parecen indicar a simple vista. En la Gesta se emplea en oraciones completivas (que = pronombre o adjetivo), y en los tres casos de la Razón son abiertamente de subjuntivo optativo (que = conjunción).

               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
que sea        GESTA     10    77%     61%      16%
               RAZON      3    23%     39%     -16%
             ------------------------------------------        
por siempre vos faré ricos, que no seades menguados 1(08).
E prestadle de haber lo que sea guisado (118).
en logar las metamos que no sean ventadas (128).
Mio Çid querrá lo que sea aguisado (132).
Pues que por mí ganaredes quesquier que sea d'algo (504).
de ninguna parte que sea no les vinía pan (1175).
aun vea hora que de mí sea pagado (1857).
Así lo mande Cristo que sea a su pro (2074).
los míos y los vuestros que sean rogadores (2080).
este plazer / que me feches, que bien sea galardonado (2150).
que sean en paz y no hayan y raçión (2329).
que como es dicho así sea o mejor (3426).
que fiel seades hoy d'ellos y de nos (3575).

Enclítico -ge por -le. Entre las formaciones raras convendrá mencionar la disimilación de -le, pronombre personal enclítico, seguido no ya del pronombre de cosa --como sería normal-- sino del artículo la. Menéndez Pidal atribuía esta formación --o deformación-- a un "simple error del copista" (Cantar I, 251). El hecho de encontrarse en tres casos y solamente en la Razón me inclina a pensar que deberá a tribuirse al autor, a una de sus peculiaridades lingüísticas.

               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
falsoge15      GESTA      0     0%     61%     -61%
               RAZON      3   100%     39%      61%
             ------------------------------------------        
Sobre las exclamaciones. Entre las expresiones idiosincráticas merece destacarse las exclamaciones con par y sin (= si me): ¡par aquesta barba!, ¡par San Esidro!, que aparece exclusivamente en la Razón y en boca de los personajes más distinguidos, del Rey y del Cid respectivamente; como si con ellas el autor quisiera expresar cierto hábito lingüístico con el que caracterizar, individualizar y, quizás, humanizar a estos dos ilustres personajes.
               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
¡par aquesta   GESTA      0     0%    61%    -61%
barba ...!15a   RAZON      5   100%    39%     61%
             ------------------------------------------        
sin salve16    GESTA      0      0%     61%    -61%
Dios           RAZON      4    100%     39%     61%
             ------------------------------------------        
También merecen consideración especial, entre las exclamaciones, las de ¡Dios, qué...!¡Dios, cómo...!, por su gran preponderancia en la Gesta. Consideremos estos datos en la perspectiva de la menor importancia en la Razón del elemento religioso:17
               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
¡Dios, cómo18  GESTA     6   100%     61%      39%
               RAZON     0     0%     39%     -39%
             ------------------------------------------        
¡Dios, qué19   GESTA     9    82%     61%      21%
               RAZON     2    18%     39%     -21%
             ------------------------------------------        

Sintagmas de aposición. A todos los lectores del Cantar de Mio Cid nos ha llamado la atención en mayor o menor grado el sintagma Burgos la casa, con sus variantes; la causa de nuestra extrañeza radica más que en la acepción de casa como "ciudad", en la construcción apositiva que reviste la frase de un estilo inusitado y peculiar. Esta aposición es peculiar y exclusiva de la Gesta, en la que se repite con ciertas variantes en cinco ejemplos, seis, si añadimos la aposición Alilón las torres:

               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
Burgos etc.    GESTA      6    100%     61%     39%
la casa        RAZON      0      0%     39%    -39%
             ------------------------------------------        
Vedada le han compra dentro en Burgos la casa (62).
de diestro Alilón las torres, que moros las han (398).
y los de Teca y los de Terrer la casa (571).
entre los de Teca y los de Terrer la casa (842).
aún más ayuso a Deina la casa (1161).
entrad conmigo en Valencia la casa (1606).
               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
Valencia20     GESTA      2     25%     61%    -36%
la mayor       RAZON      6     75%     39%     36%
             ------------------------------------------        
Los adverbios -de grado y mientre. La discrepancia entre los dos autores es también considerable en el empleo de estas formas adverbiales, especialmente en el empleo de de grado, desconocido en la Razón:
               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
de grado21     GESTA     16    100%     61%     39%
               RAZON      0      0%     39%    -39%
             ------------------------------------------        
-mientre22     GESTA     12    75%     61%      14%
Adverbios      RAZON      4    25%     39%     -14%
             ------------------------------------------        
Otros: pensar de y compeçar de. Me ha parecido bien incluir esta construcción por ofrecer una considerable diferencia de empleo.
               Libro   Casos %Real %Esperado Diferencia
             ------------------------------------------        
compeçar de23  GESTA      7    88%     61%      27%
               RAZON      1    13%     39%     -26%
             ------------------------------------------        
pensar de24    GESTA     34     83%     61%     22%
               RAZON      7     17%     39%    -22%
             ------------------------------------------        

N O T A S

VIII. GRUPOS MORFOSINTACTICOS

(1) Menéndez Pidal hace referencias al uso de los pronombres de cortesía aportando ejemplos pero sin destacar la gran divergencia entre la que él llama "la última parte del cantar" y el resto (Cantar I, 324).

(2) Si en el cómputo aparecen más casos que versos es porque algunos de éstos se cuentan tantas veces como formas de segunda persona se encuentran (verbos, pronombres o adjetivos).

(3) Nótese la inseguridad del autor y el empleo de un lenguaje que parece estar contaminado. Menéndez Pidal comentaba que "comenzar por vos y acabar por , obedece a la rima" (Cantar I, 325). Dentro del sistema del tu religioso sería más idóneo pensar que es la forma del verbo y no la del pronombre la que falla.

(4) El empleo de entre el Cid y Búcar se ha incluido entre las formas familiares por no ser forma de respeto como en estos otros casos.

(5) Entre los ejemplos de este grupo se ha eliminado un caso por creerlo contaminado. El Cid se dirige a cuatro de sus hombres comenzando con un , seguido de cuatro nombres propios y el verbo, correctamente, en plural:

Tú, Muñoz Gustioz y Pero Vermúez delante,
y Martín Antolínez, un burgalés leal,
el obispo don Jerónimo, coronado de prestar,
cabalguedes con ciento guisados para huebos de lidiar (1458-61) Compárese con el empleo de vos en parecidos contextos, vv. 689, 829, 1870, 1897, 1919. Incluso en la Razón, en la que predomina el , cuando se da la pluralidad de personas, emplea el autor el vos: e vos, Per Vermu doz / e Muño Gustioz ..." v. 3524.

(6) Menéndez Pidal opina que la razón del era la juventud de los personajes (Cantar I 324); ¿por qué, entonces, no se empleaba en la Gesta, cuando esos mismos personajes eran, por lo menos, dos años más jóvenes?. La razón, no cabe la menor duda, habrá que encontrarla en los hábitos lingüísticos peculiares del autor. Allí mismo parece establecer el filólogo cierta relación entre el empleo del y el título don. Dice que a los infantes no se les da el don, siendo así que don Diego e don Fernando aparece en las dos partes del Cantar (vv. 2168 en la narración, 2725 en boca de doña Sol). Además a Pero Vermúdez le llama el narrador don Pero (vv. 2177, 2340).

(7) Le trata de vos en v. 3190, como observó Menéndez Pidal, pero es debido al título que le otorga de señor: Prendedla, sobrino, ca mejora en señor.

(8) Cantar II, 324. Sobre este opinaba el autor que la razón habría que encontrarla en la edad de los personajes; valga, para rebatir esta opinión, la observación de la nota anterior. Además, ¿por qué no usan ellos el en su disputa con los vasallos? Habría que ver en este contraste un rasgo de caracterización; unos infantes distanciados, aviesos en la intención, que pretenden disimular bajo el decoro del lenguaje.

(9) (Cantar I 123). O. T Meyers ("Multiple" 124), al hablar de los usos de , no reparó en las diferencias de lenguaje aquí analizadas y, por consiguiente, las implicaciones que se derivan en favor de la doble autoría.

(10) merçed (4): GESTA 1276, 1400, 1760, 2087.

(11) exir (32): GESTA 11, 16, 156, 191, 200, 201, 221, 311, 353, 396, 457, 461, 566, 649, 662, 667, 672, 685, 859, 938, 1091, 1125, 1163, 1171, 1205, 1245, 1268, 1316, 1564, 1572, 1619, 1629. Como puso de relieve Hills, exir quedó sustituido, sin excepción, en la segunda parte, por salir, y antes del verso 1820 que él proponía como marca divisoria de las dos partes del Cantar.

(12) nasco (41): GESTA 202, 245, 437, 559, 663, 719, 759, 787, 808, 899, 935, 1004, 1008, 1053, 1114, 1195, 1237, 1560, 1584, 1603, 1730, 1797, 1834, 1838, 1910, 2008, 2016, 2056, 2218, 2244, 2253, 2263; RAZON 2350, 2392, 2432, 2484, 2885, 2898, 2968, 3247, 3284.

(13) naçió (17): GESTA 294, 2020, 2092; RAZON 2292, 2643, 3013, 3021, 3068, 3084, 3107, 3111, 3132, 3234, 3530, 3710, 3722, 3725.

(14) En el Cantar he encontrado un total de 24 formas verbales en -ra, 12 en la Gesta y 12 en la Razón, lo que da una diferencia de 11 negativo y positivo, respectivamente. Menéndez Pidal no pareció darse cuenta que es en la última parte del Cantar donde se emplea el pluscuamperfecto de indicativo con valor de subjuntivo (Cantar I, 356-57). Dice Hills: "It is well known that in the Poem of the Cid the -ra verb forms still had, as a rule, the force of the pluperfect indivative. This is quite true of most of the Poem, but in the last one thousand lines aproximately there are only three clear examples of -ra indicative (two in v. 3325 and one in v. 3630)" (114- 115).

(15a) ¡par aquesta barba!, ¡par San Esidro!; RAZON 2832, 3028, 3140, 3186, 3509.

(15) falsoge (3): RAZON 3676, 3679, 3681. En mi edición teraduzco como "falsóse" que hoy considero error, pues aquí la disimilación parecer provocada entre le --pronombre-- y la --artículo--: falsóle la guanizón.

(16) sin salve (4): RAZON 2960, 2990, 3042, 3391.

(17) Es del uso exclusivo de la Razón el adjetivo ponderativo cual Cual ventura serie (2741 y 2753).

(18) ¡Dios, cómo ...! (6): GESTA 580, 789, 926, 930, 933, 1554.

(19) ¡Dios, qué ...! (11): GESTA 20, 243, 457, 600, 806, 1052, 1305, 2213, 2243; RAZON 2650, 3281.

(20) Valencia la mayor : GESTA 2105, 2161; RAZON 2588, 2625, 2826, 2840, 3151, 3711.

(21) de grado (16): GESTA 21, 84, 136, 149, 261, 570, 819, 1005, 1056, 1139, 1193, 1250, 1718, 1855, 2227, 2234.

(22) mientre (16): GESTA 1, 24, 43, 277, 757, 906, 1121, 1623, 1863, 1871, 2201, 2212; RAZON 2359, 2538, 2839, 3105.

(23) compeçar de (8): GESTA 705,856,1083,1090,1114,1201,1456; RAZON 3306.

(24) pensar de (41): GESTA 10, 227, 320, 324, 376, 380, 389, 391, 394, 413, 426, 432, 537, 643, 645, 647, 681, 949, 970, 1028, 1077, 1135, 1152, 1283, 1426, 1430, 1440, 1448, 1473, 1489, 1680, 1688, 1821, 2205; RAZON 2531, 2644, 2870, 2873, 2900, 3046, 3252.